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Actividad acreditada con 1.4 créditos por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias del Sistema Nacional de Salud con nº de expediente: 07-AFOC-03665.7/2016
Objetivo:
El envejecimiento de la población está modificando las pirámides poblacionales y las necesidades asistenciales de los pacientes traumatológicos. Nos encontramos ante un incremento de la morbi-mortalidad, que genera e implica, la necesidad de una mayor especialización de la enfermera de traumatología.
El desarrollo y puesta en marcha de una Unidad de Ortogeriatría integrada por un equipo multidisciplinar, (geriatra, traumatólogo, enfermera, asistente social, rehabilitador, fisioterapeuta y otros profesionales de la salud), es una apuesta clave para ofrecer una atención holística y adecuada al paciente ortogeriátrico, orientada a cubrir sus necesidades alteradas de nutrición y metabólicas, inmovilización, adaptación, integridad cutánea etc.
La continuidad de los cuidados y la intervención de la enfermera de Atención Primaria, abre nuevos campos en una realidad transversal y multidimensional de los cuidados, independientemente del nivel asistencial en el que se encuentre el paciente ortogeriátrico.
Objetivo:
Las intervenciones de enfermería deben orientarse en la mejora del estado físico general de la población, desde la prevención y promoción de la salud. Es fundamental, realizar una atención continuada de las personas que practican deporte, dirigida, en el caso de lesión, al tratamiento.
Una correcta orientación deportiva, la planificación del entrenamiento por personal especializado y el seguimiento-asistencia por personal sanitario, con conocimientos específicos en materia deportiva, ponen a la persona en disposición de lograr un estado óptimo de salud, evitando determinadas patologías y lesiones deportivas.
Las lesiones son un riesgo importante, pero los beneficios de la actividad física superan ampliamente los problemas físicos ocasionados por éstas.
Objetivo:
La práctica basada en la evidencia y la implantación de guías de buenas prácticas está adquiriendo un papel muy importante en el ámbito asistencial, incluyéndose cada vez más en las líneas estratégicas de los servicios de salud. La atención a los pacientes de traumatología y ortopedia requiere que los cuidados estén normalizados y que todos los procesos tengan una base metodológica reconocida.
En este sentido desde el RNAO en Ontario (Canadá) se están liderando experiencias que en España, gracias a INVESTEN, están permitiendo acreditar organizaciones como centros comprometidos con la excelencia en cuidados. No podemos olvidar todas las GPC y las vías clínicas que, ya sea a nivel nacional o en las comunidades autónomas, permiten normalizar los cuidados que prestamos a nuestros pacientes en base a la última evidencia científica disponible.
Objetivo:
Los aspectos relacionados con la humanización de los cuidados y la ética profesional son fundamentales para definir la profesión enfermera, en general, y la de traumatología y ortopedia, en particular
En la actualidad, los avances científicos desarrollados, han tecnificado nuestra profesión, alejando a la Enfermería actual de sus orígenes.
Los “cuidados asistenciales”, base de nuestra profesión, en lugar de convertirse en “técnicos”, deben estar encaminados a proporcionar a nuestros pacientes una asistencia de calidad, y en consecuencia, de seguridad.
Debemos ofrecer los mejores cuidados éticos y profesionales, sin olvidar que la “comunicación”, tanto interdisciplinar, como con nuestros pacientes, es el pilar fundamental de una atención integral y cercana, orientada a la excelencia.
El manejo del dolor como indicador de la calidad de la atención, debe ser prioritario en los pacientes ortotraumatológicos.
Objetivo:
Numerosos estudios indican que la actividad asistencial en el área de quirófano, genera estrés en el profesional sanitario. De nosotros depende garantizar la seguridad del paciente, evitar complicaciones y efectos adversos, lo cual implica una disminución del impacto que la intervención quirúrgica ocasiona en el paciente. Por lo tanto, si cuidamos a las enfermeras que, en la búsqueda de un nivel de exigencia y excelencia máxima, se encuentran sometidas a un elevado grado de estrés, obtendremos unos cuidados más eficientes y de mayor calidad para el paciente. Es de gran importancia, que el profesional de enfermería conozca los medios que tiene a su alcance, para protegerse y evitar accidentes que puedan dañar su salud.
Objetivo:
El desarrollo de nuevas competencias en el área quirúrgica, genera la necesidad de una formación continuada del colectivo de enfermería quirúrgica en traumatología. La adquisición de los nuevos roles profesionales, supera con éxito el reto del trabajo asistencial y de docencia, pero aún es posible alcanzar mayores logros.
El desarrollo tecnológico y los avances en cirugía ortotraumatológica, tales como, medicina regenerativa con implantación de biomateriales híbridos, fijación externa, aparatos de radiodiagnóstico intraoperatorio para cirugía guiada; nos ofrecen oportunidades de mejora de los cuidados de enfermería en nuestro ámbito quirúrgico.
Las continúas novedades en traumatología en cuanto a técnicas, equipamientos, materiales; obligan a la enfermera a desarrollar nuevas estrategias y herramientas, tanto de calidad de cuidados como de conocimientos, caminando siempre hacia la excelencia.